top of page
Buscar

Cometer siempre el mismo error es el mayor error

¿Por qué tropezamos una y otra vez con la misma piedra?


Puede que no sea cuestión de mala suerte, sino de un patrón que se repite, silencioso pero persistente. En psicología, sabemos que detrás de cada error que se repite hay un aprendizaje no integrado, una emoción evitada o una creencia que sigue operando en la sombra.


El ciclo del error repetido


Desde una perspectiva cognitivo-conductual, lo que muchas veces consideramos “errores” son en realidad respuestas aprendidas que, aunque disfuncionales, cumplen alguna función. Puede ser la evitación de un conflicto, la búsqueda de validación, el miedo al rechazo o incluso la necesidad de mantener una identidad estable.


Cuando no analizamos a fondo por qué actuamos como actuamos, el ciclo se perpetúa:

  1. Aparece una situación desencadenante.

  2. Respondemos con una estrategia conocida (aunque no efectiva).

  3. Obtenemos un alivio inmediato o predecible.

  4. A largo plazo, el problema persiste o se agrava.

  5. La culpa o la frustración aumentan, pero el patrón se mantiene.


Esto puede ocurrir en relaciones de pareja, decisiones laborales, hábitos personales o incluso en la forma de hablarnos a nosotros mismos.


¿Por qué cuesta tanto cambiar?


El cambio implica asumir cierta incomodidad emocional. El miedo al error, a no saber hacerlo mejor o a enfrentar aspectos de nuestra historia que no hemos querido mirar, puede ser más disuasorio que el propio error. En algunos casos, incluso preferimos seguir fallando en lo conocido antes que exponernos a lo incierto.


Aquí es donde entra la función de la psicoterapia: ayudarnos a reconocer esos patrones automáticos, dotarnos de herramientas para responder de manera distinta y, sobre todo, permitirnos hacerlo con autocompasión y sin juicio.


La importancia de parar y mirar


En consulta, a menudo trabajo con pacientes que repiten sin querer guiones que no eligieron conscientemente. El primer paso no es cambiar, sino comprender. Comprender desde dónde actuamos, qué emociones están involucradas, qué necesidades no están cubiertas.


Repetir el error no siempre es una falta de voluntad. A veces es un mensaje que aún no hemos aprendido a descifrar.


Algunas preguntas para comenzar a romper el ciclo


  • ¿Qué patrón reconozco que se repite en mi vida?

  • ¿Qué obtengo (aunque sea de forma indirecta) cuando actúo así?

  • ¿Qué estoy evitando enfrentar?

  • ¿Qué alternativa aún no me he permitido probar?

  • ¿Qué parte de mí necesita más comprensión, no más exigencia?


Lo que no se repara, se repite


Cometer errores es parte de la vida. Pero insistir en el mismo sin hacer un alto para entenderlo y transformarlo, es el verdadero problema. Y la buena noticia es que nunca es tarde para detener ese ciclo.


Quizás hoy sea el momento de mirarte con más honestidad y decidir que, esta vez, vas a hacer algo diferente. Aunque sea un pequeño paso.



Comments


  • Psicologo Alexander
bottom of page