Ligar por aplicaciones: ¿facilitan las relaciones o las complican?
- Alexander García Hernández
- 2 sept
- 3 Min. de lectura

Hoy en día, muchas personas conocen a sus parejas a través de aplicaciones o redes sociales. Tinder, Bumble, Instagram o incluso TikTok se han convertido en escenarios habituales para iniciar una conversación que, en algunos casos, termina en una relación estable. Pero, ¿hasta qué punto estas plataformas nos ayudan a encontrar lo que buscamos? ¿Y en qué momento pueden jugar en nuestra contra?
En este artículo vamos a explorar las ventajas y desventajas de ligar por aplicaciones o redes sociales, para reflexionar sobre cómo están cambiando nuestras formas de relacionarnos.
Ventajas de ligar por aplicaciones y redes
1. Ampliar el círculo social
Las aplicaciones permiten conocer a personas que de otro modo nunca hubiéramos cruzado en nuestra vida diaria. En ciudades pequeñas o en etapas donde cuesta socializar, pueden abrir un abanico de posibilidades enorme.
2. Comodidad y rapidez
Es posible iniciar una conversación desde casa, en el transporte público o en la pausa del trabajo. Esto facilita que personas con poco tiempo o con horarios complicados puedan tener vida social y romántica.
3. Afinidad inicial filtrada
Muchas apps incluyen preferencias, intereses o estilos de vida. Aunque no sustituyen el contacto real, sí ayudan a hacer una primera criba, aumentando la probabilidad de encontrar a alguien con intereses similares.
4. Menos presión en el primer contacto
Para algunas personas, escribir un mensaje resulta más sencillo que iniciar una conversación cara a cara. Las aplicaciones pueden reducir la ansiedad social y dar un espacio para expresarse con más calma.
Desventajas de ligar por aplicaciones y redes
1. Superficialidad y “mercado de consumo”
El swipe rápido, la valoración basada en fotos o la abundancia de opciones pueden fomentar una visión superficial de las relaciones, casi como si se tratase de un catálogo. Esto puede dificultar que valoremos de verdad a la persona que tenemos delante.
2. Ghosting y comunicación poco cuidadosa
La facilidad para desaparecer sin dar explicaciones (“ghosting”) es una de las experiencias más comunes en apps. Este tipo de dinámicas pueden afectar a la autoestima y generar inseguridad en las relaciones.
3. Expectativas poco realistas
Los perfiles suelen mostrar la mejor versión de cada uno. Al trasladar la interacción al cara a cara, las expectativas pueden chocar con la realidad, provocando frustración o desilusión.
4. Riesgo de dependencia
El refuerzo inmediato de recibir un “match” puede convertirse en una especie de dopamina rápida. En algunos casos, se transforma en un uso compulsivo que no siempre ayuda a construir vínculos sólidos.
¿Qué opción es mejor: aplicaciones o cara a cara?
No hay una respuesta única. Las aplicaciones y redes son herramientas, y como tal, dependen de cómo las utilicemos. Pueden ser una oportunidad real para encontrar pareja, pero también un obstáculo si se convierten en la única vía de socialización.
Quizás lo más sano sea integrar ambos mundos: aprovechar la comodidad de la tecnología, pero sin olvidar la importancia del contacto real, donde entran en juego aspectos imposibles de transmitir en una pantalla: la mirada, la complicidad, la espontaneidad.
Ligar por aplicaciones no es ni mejor ni peor que hacerlo en persona: simplemente es diferente. Lo importante es ser consciente de lo que buscamos, usar estas herramientas con sentido y mantener siempre un equilibrio. Al final, lo que da solidez a una relación no es el lugar donde empieza, sino la manera en la que se construye día a día.
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